Cerveza +56: identidad chilena
Una cerveza distinta todos los días, de diferentes estilos y grados de alcohol, y una cocina repleta de botellas y latas, unas vacías, otras esperando a ser tomadas. Así se preparó Francisca Pacheco, cofundadora de la cervecería +56, para irrumpir en el mercado hace nueve años.
Cansada de su trabajo en banco y retail, la ingeniera comercial de profesión, tenía la inquietud de independizarse, de dar un vuelco a su vida. Dejar de hacer carrera en áreas “súper cuadradas”, dice, y “hacer algo entretenido”.
Sin ser especialmente fanática de la cerveza, dio con este rubro. “Después de varias alternativas de emprendimientos, llegué a la cerveza porque era entretenido, además de un mercado en crecimiento. Era fuera de lo común”, cuenta Pacheco.
Además, relata, después de un viaje a Estados Unidos se dio cuenta de que, en general, los chilenos valoran lo nacional una vez que están fuera del país. Así, decidió que su cervecería tendría identidad chilena y que mostrara que “lo chileno es bueno”.
“En esa época, en 2013, no había muchas marcas locales conocidas, entonces sentía que había una oportunidad de valorar lo local. Las que había eran siempre relacionadas a lo extranjero, a los alemanes, cosas más europeas o asociadas al rock”, señala.
+56, entonces, era el nombre perfecto para la marca. “Es algo chileno y de fácil recordación”, asegura. “En un asado salió esta idea de que fuera el código de Chile que, una vez que haces la asociación, no se te olvida más. Y se puede entender tanto en Chile como en el extranjero”, dice la directora comercial, quien también comenta que toda la identidad de marca tiene algún guiño a lo chileno.
“INVERTIR ENERGÍAS Y LUCAS”
+56, que hoy cuenta con cuatro variedades —pale, stout, ámbar e ipa—, venden en botellas, schop y en restaurantes, retail y su sitio web, pese a ser una empresa consolidada, no tienen planta propia.
“Fuimos (junto a su socio) donde un cervecero y llevamos nuestra receta para que nos haga la cerveza y nosotros invertir las energías y las lucas en la comercialización, en sacarla al mercado, en marquetearlas, etcétera. Todo lo que significa la puesta en marcha de una empresa o emprendimiento”, explica Francisca.
“Ese modelo lo tenemos hasta hoy. Queríamos probar que funcionara y que se validara y después ir creciendo de a poco y que solo el negocio, más adelante, vaya justificando hacer una planta, no al revés. Y ha funcionado durante estos nueve años”, agrega.
RELACIONES A LARGO PLAZO
Sobre el trabajo con BRIGHT, Francisca Pacheco dice: “Destacaría que son súper responsables. Eso me gusta mucho. La seriedad que ha tenido BRIGHT en los despachos, en las cotizaciones, en las entregas. Valoro mucho el cumplir con los tiempos, con las entregas”.
Además, la cofundadora de +56 comenta que “a nosotros nos gustan mucho las relaciones a largo plazo. Valoramos el valor agregado de un producto o un servicio, entonces valoro el que BRIGHT siga en contacto y preocupados”.
MÁS TERRITORIO
Llegar a San Pedro de Atacama, Isla de Pascua, Chiloé y un sinfín de lugares turísticos a lo largo y ancho de Chile es uno de los sueños de +56. “A nosotros nos gustaría mucho poder llegar a muchos más lugares del país porque, por logística, llegamos mucho más a lugares en Santiago que al resto del territorio. Así que, además de mantenernos y aumentar los formatos, quisiéramos llegar a muchos más lugares del país”, cierra.
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